¿Qué es tercera guerra carlista?

La Tercera Guerra Carlista (1872-1876) fue el último conflicto armado de importancia dentro de las Guerras Carlistas en España. Se desató tras el fracaso de los intentos de acuerdo entre el carlismo y el gobierno, y fue liderada por Carlos%20VII, pretendiente al trono.

Causas Principales:

  • Disputa Dinástica: La base del conflicto seguía siendo la reivindicación del trono por parte de la rama carlista, contraria a la línea sucesoria establecida tras la muerte de Fernando VII. Los carlistas no reconocían a Isabel%20II ni a su hijo, Alfonso XII.
  • Ideología: El carlismo representaba una ideología tradicionalista, defensora del absolutismo monárquico, el catolicismo, los fueros regionales y un orden social jerárquico. Se oponía al liberalismo imperante en el gobierno central.
  • Fracaso de Acuerdos: Los intentos de reconciliación y acuerdos políticos entre carlistas y liberales, especialmente durante el Sexenio Democrático, fracasaron, lo que llevó al resurgimiento de la vía armada.

Desarrollo de la Guerra:

  • Levantamiento Carlista: El conflicto se inició en 1872 con levantamientos en las regiones de Cataluña, País%20Vasco y Navarra, que se convirtieron en los principales focos de la guerra.
  • Éxitos Iniciales: Inicialmente, los carlistas obtuvieron importantes victorias, controlando amplias zonas del norte de España y estableciendo un embrión de estado con su propia administración, moneda y sistema judicial.
  • División Interna: A pesar de sus éxitos militares, el carlismo sufrió divisiones internas sobre la estrategia a seguir y la posibilidad de negociar con el gobierno.
  • Contraofensiva Liberal: El gobierno de Alfonso%20XII, con una reorganización del ejército y una política más agresiva, logró revertir la situación a partir de 1874.
  • Derrota Carlista: A partir de 1875, las fuerzas liberales obtuvieron victorias decisivas, culminando con la toma de Estella (Navarra), la capital carlista, en 1876. Carlos VII se exilió y el carlismo fue derrotado militarmente.

Consecuencias:

  • Fin de la Tercera Guerra Carlista: La derrota carlista supuso el fin de la última guerra carlista de importancia y la consolidación del régimen de la Restauración.
  • Abolición de los Fueros: El gobierno central aprovechó la derrota carlista para abolir los fueros de las provincias vascas, aunque posteriormente se establecieron conciertos económicos.
  • Debilitamiento del Carlismo: Aunque el carlismo sobrevivió como movimiento político, su influencia disminuyó considerablemente tras la derrota militar.
  • Estabilidad Política: El fin de la guerra contribuyó a la relativa estabilidad política que caracterizó la Restauración.